Bodegas visitables
La conservación de ocho nogales centenarios situados en las viñas fue el punto de partida que determinó el emplazamiento de esta bodega fundada en 1996 y perfectamente integrada en el paisaje. La construcción de un edificio social culminó su ampliación en 2010.
Comenzó su andadura en 2001, con el objetivo de recuperar los viñedos que tradicionalmente existían en la zona. Tiene capacidad para 600.000 litros en depósitos de acero inoxidable, a lo que suma una sala con 500 barricas de roble francés y americano.
Fundada en 1998 por un grupo de empresarios y viticultores vinculados a la Ribera del Duero. La zona elegida para su emplazamiento es de las de mayor tradición vitivinícola de esta comarca, poseedora de viñedos muy viejos y de gran calidad.
La bodega se diseñó horadando un cerro; así, las naves de crianza con 3.000 barricas y el botellero, situados en un túnel a 30 metros bajo el viñedo, mantienen naturalmente las condiciones de temperatura y humedad ideales.
Un auténtico 'chateau' en el corazón de la Ribera del Duero. Su completa oferta de enoturismo incluye visitas a la bodega, degustación de vinos, paseo por los viñedos, golf en Lerma, comidas y alojamiento en el hotel boutique anexo.
Situada en el municipio de Quintana del Pidio, popularmente conocido como 'El Jardín de la Ribera'. Consta de cuatro partes: nave de elaboración, bodega de crianza, nave dormitorio de botellas y nave para el embotellado, etiquetado y producto terminado.
En el año 2007 se inauguraron las nuevas instalaciones de esta bodega, en las que todo el proceso de elaboración y crianza se realiza por gravedad. Se evita la utilización de bombas, para de ese modo conseguir vinos más aromáticos.
Bodega familiar ubicada en Sotillo de la Ribera. Sus viñedos tienen una media de 60 años y son de la variedad Tinta del País. La crianza se realiza en una bodega subterránea del siglo XVI, 2.000 metros cuadrados de galerías excavadas en la roca.