Fiestas populares
Se celebra durante cinco días en torno al 15 de agosto. Los festejos arrancan con el Día de Peñas -pasacalles, bailes, comida y zurracapote-, seguido de las Vísperas, cuando se proclama a las Reinas y Damas, hay procesión y Canto de la Salve.
En esta fiesta, llamada así por el color de la imagen, se subastan roscos y ofrendas. Cada producto es paseado por el pueblo para que todos lo vean; una tarea que se realiza en colaboración con los jóvenes. Se celebra el último fin de semana de mayo.
Miranda celebra el 12 de septiembre sus fiestas en honor de la Patrona de la ciudad. Durante las jornadas inmediatas, se suceden verbenas, conciertos, representaciones teatrales y acontecimientos deportivos, así como una solemne procesión.
El sábado anterior a la Pascua de Pentecostés, entre finales de mayo y primeros de junio, se baja a la Virgen desde la iglesia hasta la ermita. El domingo tiene lugar la procesión y, terminados los actos religiosos, se subastan rosquillas, postres y vinos.
Durante cuatro días, a partir del 8 de septiembre, se suceden actos diversos, entre los que destacan los toros de fuego, el tiro al plato y los juegos de chapas. Se juega a los bolos, a las cartas, hay concursos de pelota a mano, de tuta, de rompepucheros y de dibujos.
El 26 de agosto se honra al patrón con suelta de vaquillas, doma de burros y bailes tradicionales. San Vítores fue un sacerdote cerezano que se retiró como eremita a Oña. Cuando Cerezo fue sitiado por los árabes en el 830, Vitores regresó y fue martirizado.
Desde el 26 de septiembre se celebra durante una semana la fiesta de los patronos con variados actos, que comienzan con la lectura del pregón desde el balcón del conjuradero. Hay misa, procesión, chocolatadas, conciertos y bailes.
El patrón de los labradores se celebra cada 15 mayo. El acto central de esta jornada lo constituye la procesión con la imagen del santo, portada a hombros alrededor del Santuario de Nuestra Señora del Rosario, lugar donde se oficia la misa.