Las tierras de la Bureba y del Ebro burgalés ofrecen una variedad de recursos culturales y naturales verdaderamente excepcionales. Esencia de Castilla, encontraremos amplios paisajes cerealísticos junto a intrincados desfiladeros, testigos de la historia más temprana del reino. Las villas y ciudades de esta ruta se encuentran entre las más pintorescas y de mayor personalidad de la región.
La ruta comienza en Briviesca, capital de la Bureba, que posee un importante patrimonio. Tras la visita al Santuario de Santa Casilda hay que detenerse en las históricas poblaciones de Poza de la Sal, Oña y Frías, que en los últimos años están trabajando de forma conjunta en la puesta en valor y promoción de sus recursos turísticos, bajo la denominación "Raíces de Castilla".
Denominada "Castilla en miniatura", la Bureba nos ofrece paisajes de tierras de labranza y de montaña, grandes villas históricas y monumentales, hitos de la historia y pequeños pueblos con sabor, que guardan ejemplos del mejor románico burgalés.