El Cronicón de Oña se ha convertido en una cita que no se puede obviar dentro de la agenda cultural y social de la provincia de Burgos. Se trata de una representación teatral de la fundación del monasterio de Oña por el conde Sancho García, en el año 1011, dentro del contexto de la formación del Condado de Castilla y de su conversión en Reino. La representación teatral se realiza en el altar mayor de la iglesia de San Salvador, junto a los panteones de reyes como Sancho III el Mayor de Navarra y Sancho II el Fuerte de Castilla, en el mismo lugar donde oraron los monjes benedictinos durante la Edad Media.
El espectáculo se apoya en los efectos de luz y sonido, admirablemente conjugados, para crear tensión en el espectador y sacar todo el provecho que ofrece la capilla mayor como marco de esta representación medieval. Uno de los aspectos más destacados es que los actores son vecinos del pueblo. Más de un centenar de personas se sube al escenario para representar su papel de reyes, condes, soldados, obispos, guerreros árabes, princesas, doncellas... y otras tantas personas se encargan de la organización, el montaje del escenario, el vestuario, la peluquería, la taquilla... Los ensayos durante el verano son una parte más del paisaje del pueblo, ya que antes de la representación en el interior de la iglesia se realiza una escena de calle abierta a todo el público.